"Si quieres la verdad debes buscarla tú mismo. Eso es lo que les da pánico. Tú." Bajo esta premisa, Julian Assange saltó por los aires las reglas del periodismo y a mediados de 2006 lanzó a la red Wikileaks, un portal informativo creado con el fin de poner en jaque a cualquier Gobierno -tirano o democrático- desclasificando información, en su mayoría, sensible.
Aquel acto de osadía, junto a su polémica personalidad, le granjeó muchas enemistades, y no solo gubernamentales. Entre ellas, la de su socio y compañero impulsor de la web, Daniel Domscheit-Berg. La "amistad" de ambos quedó truncada finalmente tras el escándalo de los documentos del Pentágono, papeles que salieron a la luz pública en medios como The Guardian, New York Times y Der-Spiegel, publicándose un año más tarde íntegramente en la web, y que hicieron retumbar los cimientos de la diplomacia mundial.
Daniel consideró aquello una corrupción de la esencia del proyecto, puesto que al no editar la información muchas de las fuentes citadas en los escritos clasificados quedaron al descubierto, poniendo en serio riesgo la vida de los informadores. Con posterioridad a los acontecimientos publicó Inside WikiLeaks: My Time With Julian Assange At The World’s Most Dangerous Website, muy crítico con el modo de trabajar y la persona del australiano.
Basándose en este libro, Dreamworks y el cineasta Bill Condon (saga Crepúsculo, Kinsey, Dreamgirls) han rodado El Quinto Poder, la película que hace un acercamiento a todo el caso Wikileaks y especialmente a la figura del polémico Assange, un personaje que se nos presenta solitario, agresivo, narcisista, prepotente y con tendencia al egocentrismo. Cualidades interpretadas magistralmente por Benedict Cumberbatch (El Topo, Doce años de esclavitud, Expiación).
El actor londinense clava a la perfección el estilo y fisionomía de Assange. En un ejercicio metódico, el inglés se mete en la piel de su personaje imitando los rasgos de la voz y el aspecto físico, cuidando hasta el más mínimo detalle; factores a los que se suma una química especial con Daniel Brühl, (Malditos Bastardos, Good bye Lenin, Feliz Navidad), que da vida al otro protagonista de la historia y autor del díscolo libro. El mismo Assange ha aplaudido la actuación de Cumberbatch, si bien ha tildado de "mala" la película, al considerar que "está basada en un libro engañoso de alguien que quiere vengarse de mí y de mi organización", una crítica que se refleja en una parte importante del filme.
Cierto es que Assange sale bastante mal parado. Probablemente la visión y el acercamiento que se hace a la figura del fundador de Wikileaks sea sesgada y en cierta medida, manipulada. No lo sé. Lo que sí es verdad es que el guión de la película, que al fin y al cabo es eso, ficción basada en hechos reales, es sólido y condensa de forma más que aceptable una historia compleja, con mucho volumen de información y aun sigue en el candelero informativo, hecho que la ha valido el calificativo de oportunista.
Una película que podríamos catalogar de trhiller con grandes dosis de suspense y trazas dramáticas. A pesar de su duración (más de dos horas) está plagada de escenas vertiginosas y veloces movimientos de cámara. Una rapidez que pone de relieve las cualidades de la era tecnológica. Esos continuos saltos de espacio-tiempo y flashback a los que se suman una narración in media res, es un valor añadido a este buen guión pero que al espectador medio puede confundir y hacerle perder el hilo de la trama.
ESCRITO POR: Asier Tro
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